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2. LA IMPORTANCIA DE LA MOTIVACIÓN PARA APRENDER INGLÉS

 

        Teniendo en cuenta que la escuela es una sociedad cultural dentro de otra más extensa hemos procurado, por lo tanto, no olvidar el entorno social, que en todo momento gravita sobre los contenidos del proyecto, condicionándolo en gran parte. Hemos intentado aprovechar ese cúmulo de fuerzas, actuando en ese ambiente inmediato con aires renovadores. Un ejemplo de ello es que se ha salido a hacer grabaciones en vídeo a la calle. (Ver la sección de vídeo dramatizaciones).

        Este trabajo es fruto de un Proyecto que se ha desarrollado, fundamentalmente, en Primaria y en el primer y segundo curso de la Educación Secundaria obligatoria.

        Hay un factor en el aprendizaje que consideramos fundamental. Nos estamos refiriendo a la motivación o deseo de aprender que se manifiesta en la voluntad de participar activamente en el proceso del aprendizaje. En el intento de satisfacer este cometido, iremos explicando nuestra experiencia.

        De cualquier materia objeto de docencia, tarde o temprano el alumno puede encontrar una aplicación de lo que se aprende en clase. Su esfuerzo, de este modo, puede verse recompensado con relativa facilidad.

        Un alumno de secundaria o incluso de 6º de primaria sería capaz de aplicar sus conocimientos matemáticos si consigue un descuento en una compra a la que ha sido enviado por sus padres, para devolverles el cambio correcto y recabar al mismo tiempo fondos para sus ahorros.

        Pero en la enseñanza de un idioma extranjero, el inglés en nuestro caso, la situación puede ser diametralmente distinta. Si exceptuamos las zonas turísticas que en algunas épocas del año propician el encuentro con personas de otros países, la televisión vía satélite, la afición por la música moderna, que hoy se difunde casi siempre en inglés, o la necesidad de tener que traducir información que no se dispone en nuestra lengua, como pueden ser la traducción de las instrucciones de los videojuegos, alumnos que ven que sus padres reciben publicaciones en inglés para estar al día, etc. Aparte de esto, las oportunidades de poner en acción lo adquirido por el alumno son más bien reducidas.

        Por otro lado, lo que tratamos de enseñar en la clase puede parecernos muy interesante en teoría, pero no siempre se ve rentabilizado en la práctica, con frecuencia se produce un vacío entre la lengua que se muestra al estudiante y la que en realidad requiere para satisfacer sus anhelos personales o necesidades prácticas.

        Hemos de contar incluso, con otro factor. Las oportunidades de comunicarse en otra lengua, además de escasas, tienden a presentarse como producto final, sobre todo cuando se aspira a una comunicación auténtica, real y completa. Y el estudiante que comienza cae fácilmente en la frustración cuando no alcanza a comunicarse con el hablante natural, ni a entender la canción de moda, ni a leer sin una abrumadora carga de diccionario el periódico o libro de turno.

        Y por ello ¿Cuántos estudiantes, tras el esfuerzo de sus años escolares dejaron dormir sus conocimientos hasta llegar al olvido? ¿Cuántos nunca tuvieron oportunidad de comprobar para qué sirvió, fuera del aula, aquel trabajo escolar?. Las cifras nos revelarían porcentajes, tales que, a buen seguro, nos haría reflexionar seriamente sobre las bondades del sistema educativo y las razones por las que muchos alumnos no encuentran sentido al aprendizaje del idioma, ya que no hallan fácilmente la recompensa de una aplicación inmediata a su esfuerzo.

        Y tratándose de niños, peor cuanto menores sean; su inquietud les lleva inevitablemente a la concreción y a la impaciencia de ver pragmatizados inmediatamente los frutos de su aprendizaje.

        Está comprobado que independientemente de las circunstancias, cualquier persona puede aprender un idioma diferente del materno, si se lo propone con vehemencia. La motivación viene a ser algo así como la fuerza personal interior que impele al individuo a integrarse en un proceso necesario para alcanzar el fin deseado.

        El estudiante de idiomas profundamente motivado invertirá el tiempo que requiera para conseguir sus objetivos, del mismo modo que el guitarrista antes de actuar en un concierto, ensayará las horas que considere precisas.

        La motivación de los estudiantes de lenguas extranjeras puede estar influenciada por factores ajenos a la escuela como la actitud de la familia hacia esa cultura, la experiencia personal, las amistades, las posibilidades de promoción, etc., sobre los que el profesor tiene poca o nula capacidad de incidencia y por factores propios de la institución educativa, tales como las condiciones físicas del aula, los medios educativos disponibles, el método utilizado, las características del docente, etc.

        Por lo tanto los alumnos que no han sido motivados por sus familias o no poseen el entorno adecuado -motivación externa- no están condenados al fracaso porque nosotros podemos crear una actitud positiva con los elementos del aula -motivación interna- y actuando en el ambiente inmediato del alumno con aires renovadores. Eso es lo que hemos intentado hacer con esta experiencia.

 

 

LA MOTIVACIÓN Y DESARROLLO DE ACTITUDES POSITIVAS HACIA EL APRENDIZAJE DEL INGLÉS

La actitud de los niños/as hacia el aprendizaje, el aula, el maestro/a y la lengua extranjera y su cultura, afectará a su motivación y como consecuencia a su manera de aprender el nuevo idioma. Sin embargo, en ocasiones y como sabemos, las actitudes pueden ser negativas creando inhibición y timidez. Generalmente tales actitudes suelen deberse a:

•      Experiencias previas de los alumnos/as

•      Baja autoestima

•      Problemas familiares

•      Baja expectativas de los padres hacia el aprendizaje de sus hijos/as

•      Rechazo a la lengua extranjera y su cultura

•      Dificultades de aprendizaje

•      Aburrimiento

•      Deseo por destacar

 

De cualquier modo lo que el maestro/a puede hacer es analizar la causa, mostrar interés hacia los discentes y programar actividades lo más interesantes posibles.

La motivación por su parte es la actitud hacia la realización de una tarea. Ello supone una combinación entre esfuerzo, querer aprender y presentar una actitud positiva. Por tanto, motivación y actitud son factores directamente relacionados, ya que si los alumnos/as tienen una actitud positiva se sienten motivados/as. La motivación como la actitud puede verse modificada bien por los propios discentes o bien por factores externos; es por eso que podemos distinguir como ya hemos mencionado anteriormente entre dos tipos de motivación:

1.     Motivación extrínseca. Se desencadena por factores relacionados con aspectos fuera del aula. Por ejemplo, mostrar interés por las personas nativas y su cultura o tener deseo de aprender una lengua extranjera por motivos prácticos: aprender inglés para encontrar un buen trabajo. Este tipo de motivación se orienta más hacia los adultos, pero los profesores/as debemos ayudar a los alumnos/as a descubrir la cultura inglesa, y desarrollar en ellos/as actitudes positivas hacia los hablantes de lengua inglesa.

2.     Motivación intrínseca. Tiene que ver con factores relacionados con lo que ocurre dentro del aula y que proporcionan motivación. Estos factores son:

•      Las condiciones físicas de la clase como la luz, el número de alumnos/as, la disposición de los pupitres, la decoración o la calefacción pueden alterar la motivación de los niños/as. Así, si tienen frío probablemente no prestarán la correcta atención al profesor/a.

•      La metodología utilizada, ya que una metodología centrada en las necesidades e intereses del alumnado refuerza la motivación.

•      La actitud del maestro/a, puesto que sobre todo cuando reforzamos positivamente a los alumnos/as, se sienten altamente motivados/as.

•      El éxito en la realización de las actividades. Si el alumnado observa que obtiene resultados positivos al hacer las actividades, se sentirá motivado. Por lo que como profesores/as, debemos establecer objetivos reales y planificar actividades adaptadas al nivel de competencia de los alumnos/as.

•      Las características psicológicas de los alumnos/as. Los maestros/as debemos conocer si los alumnos/as son charlatanes, tímidos/as, si tienen un alto o bajo nivel, y cuáles son sus gustos. Además, debemos tener en cuenta si poseen una capacidad breve de atención, curiosidad o si son dinámicos/as. Conociendo estos aspectos, podemos diseñar actividades adecuadas y adaptadas que harán que se sientan motivados/as.

•      El ambiente familiar. Este es quizás uno de los factores más relevantes que proporciona o no motivación. Si un alumno/a tiene unos padres que opinan que aprender inglés es algo útil y provechoso, lo más probable es que animen a su hijo o hija cuando obtenga resultados positivos en esta área, cuando les cante una canción en inglés o cuando diga algo que ha aprendido. Si, además, está acostumbrado/a a ver películas o dibujos en inglés, a tener diccionarios bilingües en casa, a escuchar música inglesa o a usar internet para trabajar el idioma, estará más en contacto con el mismo y lo verá como algo que forma parte de su vida. Todo ello, hará que los niños/as se sientan más motivados/as en clase y animados/as para aprender inglés. Por el contrario, podemos encontrarnos con padres que piensan que el inglés es poco útil, lo que hará que sus hijos/as se sientan apáticos/as con esta área y como resultado no muestren interés por aprenderlo.

 

APLICACIONES PRÁCTICAS PARA MOTIVAR Y DESARROLLAR EN LOS ALUMNOS/ASACTITUDES POSITIVAS HACIA EL APRENDIZAJE DEL INGLÉS COMO LENGUA EXTRANJERA

En primer lugar, resulta esencial hacer a los niños/as conscientes de la importancia del idioma en el entorno de sus vidas, de su gran presencia, de la cantidad de personas que lo hablan en el mundo, etc. Para ello, los profesionales de la enseñanza pueden diseñar y desarrollar actividades lúdicas y a la vez didácticas tales como:

•      Proponer que los alumnos/as confeccionen una lista con sus cantantes o grupos favoritos que canten en inglés, personajes de dibujos, títulos ingleses de películas, nombres de deportistas o personas conocidas, etc.

•      Encontrar países de habla inglesa en un mapa.

•      Traer al aula ejemplos de palabras inglesas que encuentren en paquetes de comida, electrodomésticos, equipos informáticos, etiquetas de la ropa, anuncios de televisión, series de dibujos, tiendas o centros comerciales, revistas, periódicos… y realizar un mural al que puedan ir añadiendo más palabras a lo largo del curso.

•      Llevar a cabo una tormenta de ideas “brainstorming” de todas las palabras que ya conocen y que se usan en la vida cotidiana, por ejemplo: play station, coca cola light, burguer, corner, rock and roll, stop, bus, bacon, ketchup, computer, game over, pressing catch…

•      Hacer una lista de profesiones en las que el idioma inglés puede ser necesario, por ej. cantante, doctor, recepcionista de hoteles, secretaria, informático, periodista, piloto de carreras, futbolista, modelo, etc.

•      Entrevistar a adultos del entorno para saber si usan el inglés o no.

 

Otra alternativa interesante para motivar a los discentes y desarrollar en los mismos/as actitudes positivas, consiste en crear en la clase un ambiente inglés “English environment”. La mejor manera es organizar el aula, tanto si se trata de un “English laboratory” como de una aula normal, de forma que lleve a los alumnos/as a sentirse seguros, confortables y a aumentar su interés. Siguiendo esta pauta, los profesores/as pueden hacer uso de recursos visuales “visual displays”, algunos de los cuales podrían ser los siguientes:

•      Trabajos hechos por los alumnos/as: dibujos, posters, tablas, móviles, escritos, manualidades…

•      Posters de Gran Bretaña, Estados Unidos u otros países de habla inglesa.

•      Calendario para señalar la fecha, el día de la semana y el mes, así como el tiempo atmosférico.

•      Carteles o folletos de películas inglesas, de dibujos animados, canciones, casas, de parque de atracciones o personas conocidas.

•      “Around English displays”, es decir, carteles con preguntas y expresiones prácticas pegadas o colgadas en las paredes, que permitan a los niños/as a usar el inglés en su vida diaria. Si las colocamos desde el primer día, los niños/as podrán verlas alrededor y familiarizarse con ellas; por consiguiente, orientamos sus expectativas hacia el uso del idioma de forma inmediata dentro de la clase. Además, ayudamos a los niños/as más tímidos/as a que se sientan menos inhibidos a la hora de hablar en inglés y por tanto a que se sientan más motivados/as. Algunas de estas expresiones pueden ser: Can I come in, please?; Can I go to the toilet, please?; Can I drink water, please?;Can I have (the rubber), please?; Can you repeat, please?; I don’t understand; What this in English?; finished?; listen and repeat; colour; circle; draw; cut; glue; rub out the blackboard; hand out the books; silence; sit up; stand up / sit down; line up; tidy up, put your coats on/off; very good; excellent; not bad; OK, etc.

•      Tarjetas de dibujos y de palabras “flashcards y wordcards” que representen grupos de palabras y expresiones de contenidos a tratar, por ejemplo: partes del cuerpo, ropa, comida, números, colores…

•      Señales de tráfico en inglés.

Junto con los recursos visuales, los profesores/as pueden distribuir el aula en diferentes áreas o rincones. Trabajar con áreas o rincones permite que los alumnos/as puedan elegir las actividades y materiales en cada momento; favorece el que el alumnado aprendan haciendo, a través del descubrimiento; promueve la autonomía de aprendizaje y la responsabilidad; permite atender a los discentes con un ritmo de aprendizaje más lento mientras que el resto trabaja sin ayuda; y sobre todo hace que los niños/as disfruten practicando el idioma que conocen con distintos recursos ( storybooks, worksheets, ELT magazines, films, etc) de manera individual o en grupos.

 

Las áreas y rincones que se pueden incluir en el aula son:

•      Rincón de plástica (Art Corner). Los alumnos/as pueden realizar manualidades, invitaciones, felicitaciones de Navidad, murales o marionetas, con ayuda de cartulinas, pegamentos, tijeras rotuladores,…

•      Rincón de lectura (Book Corner). Este rincón puede estar formado por unas estanterías o un armario destinado a almacenar libros, cuentos o revistas en inglés clasificados por niveles de dificultad, para que los alumnos/as puedan elegir y coger los que quieran de acuerdo a sus necesidades y ritmos de aprendizaje. Por ejemplo una vez que hayan terminado las actividades.

•      Rincón audiovisual o informático (Audiovisual/ Computer Corner). Este rincón, formado por televisión, DVD y ordenador/es, puede ser utilizado para ver películas, dibujos, jugar con programas interactivos, navegar por Internet, etc.

•      Rincón para la dramatización (Drama Corner). Este rincón se puede usar para almacenar disfraces, caretas, marionetas, lana o materiales para confeccionar carteles anunciando la hora y el lugar de la representación de una historieta, obra de teatro, o diálogo (role-plays).

•      Área para la cultura inglesa ( English Culture Area). Esta área puede estar destinada para almacenar todo tipo de objetos o cosas relacionadas con la cultura inglesa tales como banderas, mapas, fotos, pegatinas, postales, letras de canciones, títulos de películas, posters, folletos, etiquetas, paquetes de comida, monedas, billetes, souvenirs, etc

•      Área para los juegos, canciones e historietas (Games, songs and stories Area).Este espacio puede dedicarse a los juegos, a la representación de canciones y chants, y a contar historietas.

 

Crear un ambiente agradable constituye una forma significativa de hacer que los alumnos/as se sientan relajados/as, a gusto dentro del grupo-clase y abiertos al idioma inglés. Para lograrlo, los profesores/as pueden realizar un “contrato de clase” (class contract) firmado por todos/as los niños/as, en el que aparezca una lista de normas de convivencia (class rules).

Por otro lado, los docentes también pueden constituir ellos/as mismos/as una fuente de motivación, de ahí que deban ser:

•      Justos, firmes pero amables.

•      Mostrar igual respeto e interés por todos los alumnos/as.

•      Comprensivos con sus esfuerzos y progresos.

•      Elogiar y recompensar las respuestas correctas y sus actitudes.

•      Intentar encontrar qué es lo que se le da bien a cada alumno/a.

•      Conocer y utilizar los nombres de los niños/as.

•      Ofrecer una atención personalizada a cada alumno/a de acuerdo a sus necesidades.

•      Cambiar la organización del aula, las mesas y el tipo de agrupamiento frecuentemente para evitar la aparición de grupos fijos y hacer que todos los niños/as se relacionen con todos/as.

 

Las actividades de enseñanza-aprendizaje, obviamente, son en sí mismas un medio muy útil para estimular y mantener la motivación y la actitud positiva de todos los discentes. Sin embargo, los profesores/as deben tener en cuenta que no todos los alumnos/as aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo, ni a todos los alumnos/as les gusta el mismo tipo de actividades. Éstas deben estar adaptadas a los diferentes estilos de aprendizaje y niveles. Todo ello implica elegir y diseñar actividades que:

•      Sean variadas, puesto que si programamos las mismas actividades una y otra vez, probablemente los niños/as se aburran y pierdan interés.

•      Sean familiares, es decir, deben partir de entornos cercanos para luego poco a poco tratar temas más complejos y distantes (por ej.my house-my city – my country-travelling abroad).

•      Estén diseñadas para alcanzar resultados concretos y estar orientadas al éxito, es decir, se debe hacer uso de actividades relativamente fáciles de hacer, básicamente simples, con la intención de que la mayoría de los alumnos/as puedan alcanzar los objetivos y las realicen con éxito. De esta forma, si sienten que han podido hacerlas bien por su propio medio y esfuerzo individual, es bien seguro que quieran participar la próxima vez.

•      Incluyan conexiones con otras áreas

•      Contribuyan al desarrollo de las competencias básicas (Competencia Lingüística, Competencia Matemática, Competencia Cultural y Artística, Competencia para la Autonomía e Iniciativa personal, para Aprender a Aprender, Competencia Digital y Competencia en el Conocimiento y la Interacción con el mundo físico) y de temas transversales (Educación para la Paz, para la Igualdad, para la Salud, Educación Vial, Educación Ambiental, Educación para el consumidor…)

•      Lleven a los alumnos/as a participar y a aprender haciendo. En este sentido, actividades como las canciones, los chants, la dramatización y los diferentes tipos de juegos constituyen un recurso excelente para usar y aprender el inglés de una manera motivadora, creativa y divertida, capaz de convertir a los alumnos/as más reticentes en los más participativos. Con este tipo de actividades, el alumnado adquiere competencia en el uso del inglés inconscientemente (estructuras gramaticales, vocabulario, pronunciación y entonación) y haciendo cosas con el mismo: escuchando, leyendo, escribiendo y hablando. Además, aprenden sobre la cultura de países de lengua inglesa. Por consiguiente, suponen una “herramienta” muy útil para romper la rutina del aula, aunque si se sobreexplotan demasiado pueden llevar al aburrimiento.

•      • Ayuden a los niños/as a usar el inglés fuera de clase, por ejemplo: escribir a amigos/as por e-mail o por carta, jugar a juegos lingüísticos en el ordenador, representar y dramatizar role-plays…

•      Contengan un lenguaje personalizado con instrucciones sencillas y claras. Por ejemplo, preguntar por los gustos de los niños/as, realizar descripciones sobre ellos/as mismos/as o sobre su familia, dibujar a su animal favorito, etc.

 

Finalmente, el profesorado debe estar preparado para enfrentarse y manejar una clase heterogénea, o sea, tratar a un alumnado con diferentes capacidades y habilidades. Ello significa que debe tratar con distintos niveles de contenidos lingüísticos, de aptitud, de estilos y ritmos de aprendizaje y motivación. Por consiguiente, para asegurar que todos los niños/as estén implicados en la lección es necesario llevar a cabo una serie de técnicas y estrategias prácticas muy útiles:

•      Empleo de tareas secuenciadas (grading tasks) de diferente nivel de dificultad.

•      Empleo de actividades libres de ser elegidas (self-access activities).

•      Empleo de actividades con posibilidad de varias respuestas (open-ended activities), por ejemplo, completar diarios, preguntas personales, encuestas, escribir cartas, etc.

•      Tratar con distintos ritmos de aprendizaje utilizando actividades tanto de ampliación, para los más avanzados, como de refuerzo para los que puedan estancarse en algún momento. Éstas pueden consistir en juegos por parejas o en grupos, canciones e historias que permitan que los niños/as participen a distintos niveles dependiendo de sus diferentes capacidades.

•      Empleo de técnicas de manejo y control del aula que refuercen la participación de los niños/as, tales como hacer preguntas fáciles a los menos adelantados y más difíciles a los más aventajados para que sirvan de guía a los menos capacitados.

•      Hacer que los alumnos/as trabajen en grupos y en parejas, ya que es posible sentar juntos a los más avanzados con los menos aventajados.

 

Como podemos observar, de acuerdo a nuestro sistema educativo actual y teniendo en cuenta que el objetivo de la enseñanza de una lengua extranjera es que el alumnado adquiera Competencia Comunicativa, debemos como profesionales de la enseñanza, enfocar nuestra metodología no solo a la enseñanza de vocabulario y expresiones gramaticales sino también a la enseñanza de estrategias que lleven a los niños/as a aprender autónomamente. Pero sobre todo, debemos conseguir que se interesen y posean actitudes positivas hacia un segundo idioma. En otras palabras, los maestros/as debemos entrenar a los alumnos/as a ser conscientes de cómo aprenden y cómo pueden mejorar la manera en que aprenden. En este sentido, resulta imprescindible que los docentes conozcan cuales son sus estrategias de aprendizaje considerando a sus alumnos/as como personas individuales con sus propios estilos de aprendizaje, aptitudes y motivación.

 

 

Encuesta al inicio de curso.

Al principio del curso realizamos una pequeña encuesta mediante la cual hemos podido apreciar el grado de motivación, entre otros factores. La encuesta pedía:


 

DATOS PERSONALES:   Nombre .................................................

                               Fecha de Nacimiento ...................................

                               Lugar de Nacimiento ...................................

 

ANTECEDENTES:

        -¿Bilingües?........................................................................

        -Profesión del padre ............................................................

        -Profesión de la madre ........................................................

        -¿Hermanos o hermanas? ¿Edad? ........................................

        -¿Dónde has oído hablar de inglés? .....................................

        -Bien/Mal ¿A quién? ...........................................................

        ¿Sabe inglés tu padre/madre? .............................................

        -¿Lo está aprendiendo? .......................................................

        -¿Ha viajado alguien de tu familia a algún país anglófono?...

        ¿Cómo estudias? ................................................................

 

DATOS ACADEMICOS:

        -Nota media del curso anterior .............................................

        -La nota más alta del curso anterior ....................................

        -La nota más baja del curso anterior ...................................

        -Notas en lengua castellana y en lengua inglesa ..................

        -¿Clases privadas de inglés? ¿Cuánto tiempo? .....................

        -¿Te ayuda alguien en los deberes? .....................................

        - ¿Qué problemas tienes?.....................................................

        -¿Qué piensas del inglés? ¿Qué sabes? ...............................

        -¿Por qué lo has elegido? .....................................................

 

        Como resumen de la encuesta podemos destacar que el 15% de los alumnos contaban con una muy buena motivación, el 13% con una aversión tremenda hacia la lengua inglesa y el 72% restante sin datos a destacar. No obstante, en el colegio público "Los Rosales" -El Palmar-, la motivación era mucho menor por razones socio-ambientales de todos conocidas, aunque según la profesora el grado de participación del alumnado después de la experiencia fue incrementándose con los aspectos lúdicos de estas actividades.

 

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